El entorno de la iglesia ha conservado su identidad, escala, ambiente y carácter típico de un pequeño asentamiento rural dentro del territorio metropolitano de la capital, manteniendo una integración equilibrada con su medio ambiente, preservándose los valores esenciales del sitio en cuanto a su paisaje natural y construido.
Los Baños Medicinales de Santa María del Rosario están íntimamente vinculados al origen de este asentamiento poblacional, siendo los únicos existentes en la Ciudad de La Habana, por tanto, notables por su antigüedad y valor utilitario, caracterizando al poblado como sitio de descanso y sosiego.
Resolución No.65 del 27 de enero de 1990.