La insigne institución cubana, salvaguardia del tesoro documental, bibliográfico, artístico y sonoro del país, rectora del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas Cubanas, fue declarada en solemne acto efectuado esta tarde en la propia entidad Monumento Nacional de la República Cuba por la Comisión Nacional de Monumentos del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC).
Ocasión para conmemorar el 60 aniversario del discurso “Palabras a los intelectuales”, pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, quien precisamente un día como hoy, pero del año 1961, y ocupando el cargo de primer ministro, se reunió con importantes artistas e intelectuales cubanos, máximos representantes de la cultura nacional, en el salón de actos de esa importante biblioteca.
El hecho trazaría las pautas fundamentales de la política cultural de la naciente Revolución cubana, al punto de que aún en el escenario de este nuevo contexto social, político y económico, las ideas, principios y fundamentos mencionados allí, constituyen fuente enriquecedora de debate, y paradigma de la continuidad ideológica concretada durante todo este tiempo.
Momento especial para conmemorar, además, los ávidos 120 años de fundada la Biblioteca Nacional José Martí, el 18 de octubre, en una pequeña nave del Castillo de la Real Fuerza, sin libros, estantes ni bibliotecarios, al calor del desinterés oficial por la Orden Militar 234 del gobierno interventor.
Actualmente, la Biblioteca Nacional posee un patrimonio documental cuantitativa y cualitativamente excepcional. Atesora más de cuatro millones de ejemplares de libros, revistas, periódicos, documentos, mapas e imágenes clasificados en colecciones generales o especiales que datan desde el siglo XV hasta el presente, entre ellas: grabados cubanos y extranjeros, documentos y libros de Domingo del Monte, Zenea y Julián del Casal, facsimilar raros y valiosos, prensa clandestina, música, etnología y folclor, fonoteca, manuscritos y mapoteca, las cuales están organizadas en distintas salas. Cuenta, también, con varios depósitos únicos en diversas materias, entre ellos los fondos de grandes figuras literarias e intelectuales de nuestro país y, en correspondencia con su misión e importancia de la colección, realiza un intenso programa cultural de innegable impacto en la población, particularmente en niños y jóvenes.
La institución cultural mantiene un excelente programa de gestión que ha permitido tanto la conservación del inmueble como la preservación, investigación y difusión del patrimonio bibliográfico, y de la producción cultural y científica: expresión de la sensibilidad de la dirección y de sus trabajadores para conservar su patrimonio cultural.
Desde el punto de vista arquitectónico, el inmueble se caracteriza por un excelente diseño funcional y bioclimático. Es un edificio con una alta calidad de ejecución que contiene obras de arte de incalculable valor artístico, como por ejemplo el conjunto de vitrales y el lucernario realizado por el prestigioso maestro vidriero francés Auguste Labouret, originales en su diseño y caracterizado por el empleo de una técnica totalmente novedosa, catalogada como única en América Latina, lo que le confiere un valor cultural excepcional.
La Biblioteca Nacional José Martí constituye uno de los centros de mayor prestigio en el panorama cultural cubano. Su declaración como Monumento Nacional implica la responsabilidad de continuar el legado de adquisición, preservación y conservación del patrimonio bibliográfico del país y lo más representativo de la cultura universal.
(Con información de CNPC)