El primer carro impulsado a motor que rodó por las calles de la villa de Guanabacoa, el 19 de mayo de 1907, fue un automóvil marca Cadillac fabricado en 1902 y su dueño era el comerciante César Moner, que lo trajo a Cuba desde los Estados Unidos.
Su presencia en la antigua villa constituyó todo un acontecimiento social. El singular vehículo prestó numerosos servicios a la comunidad ya que era el único disponible en las primeras décadas del siglo XX. Su primer viaje fuera de Guanabacoa lo realizó como ambulancia para trasladar al doctor Gabriel Cubría y Puig, director del Hospital Civil de Caridad, quien acudió al pueblo de Cojímar para asistir a un enfermo de gravedad.
Otro importante servicio brindado fue cuando, en la tarde del 10 de abril del año 1908, sirvió para sofocar el incendio que devastó uno de los edificios de las Escuelas Pías. Ante la insuficiencia de equipos extintores en la estación local, el ya popular Cadillac trasladó los implementos necesarios desde la cercana Regla y se empleó en los trabajos de extinción del siniestro, cuya magnitud requirió la participación del cuerpo de bomberos de La Habana. También por esa época, participó en algunos de los desfiles de carnaval del malecón habanero.
Avanzada la centuria fue donado por su dueño al museo de Guanabacoa en la persona de subdirector fundador José Luis Llerena; en esta institución se incorporó a la colección de historia como una de las piezas más antiguas. Durante un tiempo se exhibió en calidad de préstamo junto a los autos de una de las muestras expositivas pertenecientes a la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Entre las peculiaridades de su funcionamiento destacan el arranque por manigueta delantera y el motor de un solo cilindro con ocho caballos de fuerza. Posee, además, puertas de madera para sus cuatro plazas, dos reflectores delanteros de gasolina, faroles de queroseno y gomas macizas sin cámaras. Aunque perdió el techo movible durante el periodo de préstamo, mantiene la mayoría de sus elementos originales y su estado de conservación general es bueno.
Fue admirado por el Comandante en Jefe Fidel Castro durante la visita que realizara en 1986 al Museo Municipal de Guanabacoa, acompañado de Gabriel García Márquez.